Don Álvaro o la Fuerza del Sino

Autor: Ángel de Saavedra, duque de Rivas
Fecha publicación: 22 de Marzo de 1835
Género: Tragedia / Tragedia Romántica
Don Álvaro o la Fuerza del sino se trata de una tragedia romántica. Cuando el destino decide jugar en contra de una relación, no importa los actos que se lleven a favor de la misma. El resultado siempre será la separación… O un destino peor.
Resumen y sinopsis
Esta obra dramática está dividida en cinco actos, narrada en verso y prosa. Fue escrita por Ángel de Saavedra, duque de Rivas, siendo representada por primera vez en 1835. Su estreno constituyó el más rotundo éxito del teatro romántico en los escenarios españoles.
La historia trata sobre el amor imposible de don Álvaro y doña Leonor. El padre de doña Leonor se opone a su romance, incluso aunque Álvaro tiene alta posición económica. Sin embargo, no es un noble, y eso es razón suficiente para impedir el matrimonio.
Inesperadamente y de forma accidental, Álvaro y Leonor se ven envueltos en el asesinato del Marqués de Caltrava. Muerto el padre de Leonor ambos escapan intentando expurgar sus pecados, y esconderse de un posible castigo.
Si bien el destino hace de las suyas para volverlos a reunir, nunca consolidan su relación. Leonor muere y Álvaro termina suicidándose ante la depresión.
Resumen de Don Álvaro o la Fuerza del Sino
Don Álvaro es un joven de clase alta e indiano. Pretende a Leonor, hija del marqués de Calatrava. Al no proceder de un linaje conocido el marqués se opone al romance. Por tal razón, deciden escapar juntos.
Sin embargo, la noche de la huida son descubiertos por el Marqués, quien los enfrenta. Don Álvaro lanza su pistola para demostrar que se rinde, pero esta se dispara y mata al marqués. Una revuelta se arma, los criados van a por la pareja, que se separa.
Leonor va a una ermita donde intenta expiar sus pecados. Álvaro se alista en el ejército, con nombre distinto, y parte a Italia. Su intención es morir al servicio. Sin embargo, resulta bueno al ser temerario y eso le convierte en un héroe.
Gracias a ello crea una amistad con don Carlos, hermano de Leonor. Él ignora su parentesco con Leonor. Carlos descubre la identidad de su amigo y termina retándolo a un duelo. Álvaro es incapaz de controlarlo, terminado con la vida de Carlos.
Consumido por la culpa, regresa a España y se refugia en un monasterio, cerca de la ermita donde se había refugiado Leonor. El último de los hijos del marqués le encuentra.
Una vez más es retado a duelo. Lo evita por todos los medios, de forma fallida. Alfonso, el otro hermano de Leonor, descubre que Álvaro es realmente un noble, pero esto no detiene sus deseos de matarlo.
Álvaro lo hiere mortalmente. Leonor se entera de la pelea y sale de su ermita abalanzándose sobre el cuerpo moribundo de su hermano. Este aprovecha la oportunidad para enterrarle el puñal. Leonor fallece y Don Álvaro decide suicidarse precipitándose por un acantilado.
Análisis de la obra
Consta de cinco actos, de los cuales se pueden separar en tres partes principales.
La primera parte se desarrolla en Sevilla, y nos cuenta la historia de amor prohibido entre don Álvaro y doña Leonor y el suceso mortal que pone fin su romance.
Ha pasado un año. La segunda parte nos muestra las vidas de los dos enamorados de aquella adversa noche; la consagración de doña Leonor a la iglesia y la vida militar de don Álvaro. Esta fase transcurre principalmente en Italia, donde se encuentra Álvaro.
La última parte transcurre en el convento de los Ángeles, en Córdoba. Narra el reencuentro fatídico de la pareja y la muerte de ambos.
El tema principal es el amor, desde el punto de vista imposible. Por otro lado, resaltan los problemas de las diferencias sociales, la situación política de la época (guerras Carlistas), como la culpa y el dolor arrastrada por años.
Frases de Don Álvaro o la Fuerza del Sino
“¿Qué persona de buen gusto, viviendo en Sevilla, puede dejar de venir todas las tardes de verano a beber la deliciosa agua de Tomares, que con tanta limpieza y pulcritud nos da el tío Paco, y a ver un ratito este puente de Triana, que es lo mejor del mundo?”
“¡Si los señores de Sevilla son vanidad y pobreza todo en una pieza!”
“¡Pobre niña!… ¡Qué linda que es, y qué salada!… Negra suerte le espera… Mi madre la dijo la buenaventura, recién nacida, y siempre que la nombra se le saltan las lágrimas…”