Don Quijote de la Mancha

Autor: Miguel de Cervantes Saavedra
Fecha publicación: 1605 / 1615
Género: Clásicos Universales / Novela de aventuras y caballerías / Novela realista
Don Quijote de la Mancha es la novela cumbre de la literatura en lengua española y fue escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. Se publicó en dos partes, una en el año 1605 y la segunda en el año 1615. La obra por antonomasia del Manco de Lepanto se ha convertido en el segundo libro más vendido de toda la historia, solo después de La Biblia. Quédate con nosotros para que conozcas un poco más de este clásico de la literatura universal.
Resumen y sinopsis
Don Quijote de la Mancha es el nombre que reciben ambos libros, pero cada uno tiene títulos distintos. La primera parte se publicó con el nombre de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, mientras que la segunda parte se titula Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
La historia nos cuenta las aventuras de don Quijote, un viejo hidalgo que cae en la locura y decide convertirse en caballero andante. Junto a él, su vecino y escudero Sancho Panza, vivirá diversas aventuras. Ambos forjarán una gran amistad que terminará con la inevitable muerte del Caballero de la Triste Figura.
¿Quién fue Miguel de Cervantes Saavedra?
Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares, un 29 de septiembre de 1547, y falleció en Madrid el 22 de abril de 1616. Fue un poeta, dramaturgo, novelista y soldado español. La crítica especializada lo considera el máximo exponente de la literatura española y es conocido universalmente por su obra más importante, Don Quijote de la Mancha, considerada como la primera novela moderna.
Entre sus otras obras encontramos La Galatea, Novelas ejemplares, Los trabajos de Persiles y Segismunda y diversas obras de teatro, como El cerco de Numancia y El trato de Argel. También escribió poesía, pero su gran pasión siempre fue la dramaturgia. Sin embargo, la fama de Lope de Vega lo opacó, por lo que la relación entre ambos no fue muy buena.
Con la publicación del Quijote, Miguel de Cervantes adquirió algo más de notoriedad en España. Ya bastante anciano, esto no bastó para que falleciera en la pobreza, de diabetes y a la edad de 68 años.
Con el paso del tiempo, su figura se consolidó y hoy es la máxima autoridad en literatura de lengua española. Las aventuras del viejo hidalgo don Quijote y su escudero Sancho Panza han sido adaptadas a diversas versiones.
Resumen de don Quijote de la Mancha
Las aventuras de don Quijote están divididas en dos libros. En El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha se producen las dos primeras salidas de nuestro héroe. Mientras tanto, el segundo libro, Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha relata la tercera y última salida del Caballero de la Triste Figura, antes de su muerte.
Este resumen estará dividido en dos partes: una para el primer libro de don Quijote y otra para el segundo. A su vez, en cada parte hablaremos de lo que ocurrió antes de cada salida, así como de las aventuras que don Quijote y Sancho tuvieron en cada una. Te explicaremos al detalle lo que ocurre en cada una de estas.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha: primera parte
El libro, publicado en 1605, inicia con una frase inmortal: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”. El nombre de este pobre hidalgo era Alonso Quijano, un fanático de los libros de caballería, viejo, delgado y sin muelas.
Quijano había leído tantas de estas historias que creía que eran reales, que sus héroes sí habían existido y él podía ser como ellos. Soñaba tanto con convertirse en caballero andante, que un buen día, “de tanto leer y poco dormir, se le secó el cerebro” y se volvió loco.
Al perder el juicio, Alonso Quijano decide convertirse en caballero andante y recorrer el mundo en busca de aventuras, hacer justicia y salvar doncellas. Se coloca el nombre de don Quijote de la Mancha y bautiza su viejo caballo con el nombre de Rocinante.
También decide vestirse como lo hacían los caballeros de sus libros. Limpia y reconstruye las armas de sus bisabuelos y se viste a la usanza de tiempos pasados.
A su vez, escoge a una doncella de la cual estar enamorado y a quien dedicarle todas sus victorias. Recuerda que, en su juventud, conoció a una moza labradora de quien se enamoró. Su nombre era Aldonza Lorenzo, pero nuestro héroe decidió llamarla Dulcinea del Toboso.
Cuando don Quijote culmina con estas tareas, decide emprender la marcha y convertirse en caballero andante.
Primera salida de don Quijote
Armado a la antigua y montado en su viejo caballo Rocinante, don Quijote emprende la primera de sus aventuras. Se aleja del hogar y llega a una venta. Debido a su locura, imagina que es un castillo y que el ventero es un rey. A su vez, cree que las prostitutas del lugar son damas o doncellas.
Don Quijote es armado caballero andante
Aquí don Quijote solicita la ceremonia del espaldarazo para ser armado caballero. Todos están muy confundidos y no entienden el pedido, pero terminan aceptándolo en medio de burlas.
El ventero nombra caballero a don Quijote en una ceremonia muy extraña, lo que hace que nuestro protagonista inicie su recorrido con más ímpetu y valor.
Aventura con el mozo y su amo
Alejado de la venta, don Quijote realiza su primera hazaña heroica: se encuentra con un muchacho que había sido atado a un árbol y estaba siendo azotado por otro hombre. Don Quijote interviene, libera al mozo y amenaza al amo con su lanza. Este promete no volver a maltratar al muchacho. Mientras nuestro héroe se aleja contento, el amo toma nuevamente su látigo y continúa golpeando al joven.
Más adelante, el Caballero de la Triste Figura llega a un camino en el que se cruza con unos comerciantes y los desafía a aceptar que Dulcinea es la mujer más bella del mundo sin siquiera conocerla. Los comerciantes, confundidos y enojados, se marchan, pero uno de ellos golpea a palos a don Quijote.
Inconsciente, nuestro protagonista es encontrado por un vecino y llevado de regreso a casa, donde lo atienden su sobrina y el ama de la casa. Así, llega a su fin la primera salida.
El escrutinio de la biblioteca de don Quijote
Mientras don Quijote duerme y es cuidado por el ama y su sobrina, llegan sus dos amigos: el cura y el barbero. Las mujeres culpan de la locura del pobre hidalgo a los libros de caballería y piden consejo al cura. Él decide revisar la biblioteca de don Quijote y escrutar los libros que hay en él.
Este breve pasaje es uno de los más significativos de la obra. Habla de crítica literaria y revela el juicio que Miguel de Cervantes tenía sobre las novelas de caballería.
El cura y el barbero revisan y queman libros mientras conversan sobre lo dañinos que son. Como don Quijote, muchas personas de la época creían que las aventuras que estos narraban eran reales.
Los libros que se salvan del fuego son Amadís de Gaula, Tirante el Blanco, La Galatea (del propio Cervantes), entre otros. La crítica del autor es clara y este capítulo sirve para ello.
Segunda Salida de don Quijote
Mientras ambos hombres quemaban los libros, don Quijote dormía. Sin embargo, despierta intempestivamente sobresaltado y gritando incoherencias. Cuando pregunta por su biblioteca, el cura y el barbero afirman que unos encantadores son los culpables de desaparecerla.
La aparición de Sancho Panza
Mientras se preparaba para su segunda salida, don Quijote tomó consciencia de que necesitaba un escudero. Recordó que un vecino suyo, de nombre Sancho Panza, tenía las características ideales para realizar tal tarea.
Sancho Panza era un hombre pequeño, regordete y vulgar debido a su trabajo como labrador. Don Quijote le propuso ser su escudero y que lo haría gobernante de una ínsula. Sancho no dudó un segundo y acompañó al hidalgo. En casa, dejó sola a su mujer, de nombre Teresa Panza, y a sus hijos.
La aventura de los molinos de viento
Esta es tal vez la aventura más conocida de don Quijote. Una vez que emprende su segunda salida en compañía de Sancho Panza y mientras conversan despreocupadamente, nuestro héroe observa unos gigantescos molinos en el campo de Montiel.
Preso de su locura, don Quijote los ve como si fueran unos gigantes que agitan sus brazos de forma amenazante. Sancho intenta disuadir a su amo y explicarle que esos son en realidad molinos de viento. Sin embargo, nuestro héroe no le presta atención y emprende la carrera contra ellos.
Clava sus espuelas en Rocinante y se dirige directamente a luchar contra los gigantes. Veía las aspas como enormes brazos que se agitaban en el aire. Así, don Quijote empuñó su lanza y se preparó para la embestida.
Por desgracia, fue alcanzado y golpeado por una de las aspas, que mandó volando al caballero y a su caballo. La lanza quedó hecha trizas y Sancho Panza se acercó para ayudar a su señor.
El encuentro con los frailes y la batalla contra el vizcaíno
Continuando con su camino, don Quijote y Sancho Panza se encontraron con dos frailes vestidos de negro. En la misma dirección iba una doncella. Don Quijote pensó que estos individuos eran secuestradores, por lo que los atacó e hizo que uno cayera en un agujero.
Mientras Sancho Panza intentaba disculparse con los frailes, don Quijote se dirigió hacia la doncella, quien estaba siendo escoltada por su escudero, un vizcaíno. Este arremete contra don Quijote y lo lastima en el hombro.
Ante tal ofensa, el protagonista reta a un duelo al vizcaíno. Acepta y hiere a don Quijote en una oreja. Como respuesta, este lo tira del caballo y lo hiere en el rostro. Don Quijote baja de Rocinante para matarlo a menos que fuera donde Dulcinea a dar sus honores. El vizcaíno acepta y don Quijote deja que se marche.
La cena con los cabreros y el entierro de Grisóstomo
Ambos personajes continúan su camino mientras don Quijote habla sobre el bálsamo de Fierabrás, muy efectivo para curar heridas. Se encuentran con unos cabreros y comparten la cena con ellos. Luego, todos se van a dormir.
Al día siguiente un cabrero lleva la noticia de la muerte de Grisóstomo, un pastor enamorado de una muchacha llamada Marcela. Esta joven es tan bella que todo el que la ve se enamora inmediatamente de ella, quien siempre rechaza a sus pretendientes. Como consecuencia, Grisóstomo muere de pena.
Un día después se produce el entierro de Grisóstomo. Su ataúd contenía algunos poemas que escribió en sus últimos días y uno de los pastores empezó a leerlos. Se trataba de versos de rencor y resentimiento contra Marcela. Cuando la lectura terminó, todos los asistentes vieron que Marcela se acercaba diciendo que no tenía culpa en nada.
Marcela no dio su brazo a torcer y se defendió. Para ella, el amor no es algo que se pueda exigir ni obligar a sentir. Don Quijote la respaldó y concluyó el entierro de Grisóstomo. Luego de ello, el caballero andante se despidió y continuó con su camino.
Llegada de don Quijote y Sancho Panza a una venta
Al anochecer, caballero y escudero llegan a una venta, que don Quijote ve como castillo. Allí son curados por la esposa del ventero y les permiten quedarse a dormir en una cama mal hecha.
Durante la noche se produce una pelea, pues Maritornes tenía pensado pasar la noche con un arriero que se quedaría en el lugar. La confusión es tal que Sancho, el arriero, don Quijote, Maritornes, el ventero y un cuadrillero terminan enfrascados en una trifulca sin sentido.
Posteriormente, ambos abandonan la venta negándose a pagar, lo que trae como consecuencia que Sancho Panza sea manteado.
La aventura de los rebaños de ovejas
Don Quijote y Sancho Panza llegan a un enorme campo en donde pastaban los rebaños de ovejas. Producto de su locura, don Quijote los ve como si fueran dos numerosos ejércitos listos para combatir.
Nuestro héroe toma partido por uno de los bandos y empieza a matar a las ovejas que se encuentran en el lado contrario. Mientras tanto, los pastores a cargo lo ven y empiezan a apalear a don Quijote. Sancho y su amo escapan, mientras este culpa de su mala suerte a los encantadores.
Encuentro con un muerto y el “Caballero de la Triste Figura”
En el camino, don Quijote y Sancho se encuentran con unos hombres que transportaban a un muerto. Cuando estos le preguntan por su nombre, Sancho Panza afirma que es el “Caballero de la Triste Figura”. Uno de los monjes pregunta el motivo de dicha etiqueta, a lo que Sancho responde que es porque don Quijote no tenía muelas y su rostro estaba extremadamente delgado por no haber comido en todo el día. Así, le debemos a Sancho el origen de esta denominación.
La aventura de los batanes
Luego de despedirse de los monjes, Sancho y don Quijote continuaron su camino prado arriba. En el trayecto escucharon ruidos fuertes que asustaron a Sancho, pero don Quijote quería saber de dónde provenían.
El escudero, atemorizado, le pidió a su amo que no lo deje. En cambio, don Quijote le dijo que lo esperase y, si no volvía en tres días, regresara a la aldea y le dijera a Dulcinea que su caballero había muerto.
Como Sancho Panza no soportaba el miedo, ató las patas traseras de Rocinante para que no pudiese cabalgar. Por ello, don Quijote decidió esperar e ir a investigar el día siguiente.
Al amanecer, llegaron a unas peñas, donde encontraron una casa avejentada y descubrieron que el ruido era producido por batanes. Sancho empieza a reír y ambos inician una breve discusión.
La aventura del yelmo de Mambrino
El camino es azotado por una intensa lluvia. Mientras tanto, un barbero utiliza su bacinica para cubrirse la cabeza. Don Quijote cree que se trata del famoso yelmo de Mambrino, se lo roba y sale huyendo de ahí.
La liberación de los galeotes
El trayecto de don Quijote y Sancho Panza los lleva a encontrarse con unos galeotes que están siendo escoltados a la prisión por la Santa Hermandad. Don Quijote, creyendo que son esclavos y no delincuentes, los libera.
Dentro de los más famosos encontramos a Ginés de Pasamonte. Junto a los demás ladrones, roban las provisiones y el poco dinero que tenían nuestros protagonistas.
Este episodio es importante porque, en adelante, caballero y escudero serán perseguidos por la Santa Hermandad. Por ello, don Quijote sugiere que deben refugiarse en Sierra Morena.
Refugio y aventuras en Sierra Morena
Cuando don Quijote y Sancho Panza se internan en Sierra Morena, uno de los galeotes roba el asno del escudero. Poco después encontraron un pequeño libro en el que se hablaba de un extraño personaje.
Un cabrero les contó que en ese lugar vivía Cardenio, un loco que a veces se comportaba como hombre correcto y otras como un desquiciado. Cuando se encuentran con él, les cuenta sus historias y aventuras.
Sancho Panza le llega a decir a don Quijote que estaba harto y quería volver a casa. Mientras tanto, llegan a un lugar en el que nuestro caballero hace penitencia y le pide a Sancho Panza que entregue una carta a Dulcinea. En este momento, don Quijote revela el verdadero nombre de su amada: Aldonza Lorenzo.
Cuando Sancho Panza oye este nombre, la insulta y obtiene una paliza de parte de su amo. Al fin de esta, le entrega la carta y Sancho Panza emprende el camino de regreso a la aldea montado en Rocinante, mientras que don Quijote sigue haciendo penitencia.
Mientras Sancho Panza continúa su camino, llega a una venta en la que se encuentra con el cura y el barbero. Ambos se enteran del paradero de don Quijote y Sancho nota que perdió la carta. Ante la incompetencia del campesino, el cura y el barbero deciden ir en busca de su amigo.
Planearon decirle a don Quijote que Dulcinea requería de su presencia en la aldea. Entre tanto, en la obra se nos relatan las historias de Cardenio, Fernando, Luscinda y Dorotea.
Todos colaboran para que don Quijote regrese al pueblo, pues no quería presentarse ante su amada antes de haberse convertido en un gran caballero. Es así que Dorotea finge ser la princesa Micomicona, que había ido en busca de don Quijote para que este asesine a un gigante.
Convencido, don Quijote emprende el viaje al supuesto país de la princesa Micomicona. El barbero finge un encuentro casual y se une a los demás personajes. En el camino, Sancho va contando a don Quijote su supuesto encuentro con Dulcinea.
Finalmente, llegan a una venta, en la que esperaba el cura, el ventero y los habituales visitantes del lugar. Cuando todos se reúnen, se nos cuenta la historia del curioso impertinente mientras don Quijote duerme.
Al terminar la historia, aparece un cautivo, quien a su vez relata sobre su vida. Estos pasajes incluyen pequeñas narraciones que desvían ligeramente la trama central de la novela.
Regreso de don Quijote a su pueblo
Cuando todo había terminado, el cura y el barbero convencen a los demás de usar máscaras y hablar con voz fantasmal frente a don Quijote. Le dicen que para cumplir el deseo de la princesa Micomicona, debe ingresar a una jaula ubicada sobre una carreta.
Así, don Quijote ingresa a la jaula e inicia el camino de regreso a la aldea. Durante el trayecto, el cura se encuentra con un canónigo, Sancho y don Quijote discuten sobre la verdad o falsedad de su encantamiento y también le recuerda la recompensa que le había prometido.
En un momento determinado, don Quijote partió con su espada uno de los palos que llevaba un hombre, quien reaccionó golpeando muy fuerte al caballero. Sancho, quien creyó que su amo había muerto, entró en desesperación.
Don Quijote reaccionó y le dijo a su escudero que lo mejor era volver a casa y descansar un tiempo. Allí lo esperaban el ama y la sobrina, quienes recibieron al caballero mientras Sancho se mostraba emocionado por tener nuevas aventuras.
Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha
El segundo tomo de la obra se publicó en el año 1615. La primera parte gozó de tanta popularidad que el público exigía una continuación. Más aún, surgieron muchas imitaciones y quijotes apócrifos, como el popular “Quijote de Avellaneda”. Recordemos que en esta época no existían los derechos de autor.
Además, la popularidad de don Quijote ayudó a desterrar los libros de caballería y acelerar su proceso de decadencia. Miguel de Cervantes lograba, así, construir el gran monumento de la literatura española.
Don Quijote y la visita del cura y el barbero
El cura y el barbero no habían visitado a don Quijote en mucho tiempo. Cuando llegaron a su casa, la sobrina y el ama les informaron que, poco a poco, iba recobrando el juicio y dejaba de desvariar.
Cuando fueron a visitar a su amigo, este los recibió efusivamente. Pese a la breve conversación, determinaron que seguía loco. Mientras se iban, escuchaban cómo la sobrina y el ama acusaban a Sancho de querer visitar a don Quijote y haberlo engañado.
Don Quijote deja que Sancho ingrese y pregunta qué dice el pueblo sobre él. Responde que todos lo creen loco, pero que saben de sus aventuras gracias a un libro que se difunde rápidamente. Uno de los mayores admiradores de don Quijote sería un bachiller de nombre Sansón Carrasco.
El hidalgo hace llamar a este bachiller, quien se arrodilla al verlo y narra sus grandes hazañas. Nuestro héroe está asombrado de que, en tan poco tiempo, alguien haya escrito su historia. Esta primera parte es un claro ejemplo de metaliteratura o metaficción.
Poco después, Sancho se encuentra conversando con su esposa, Teresa Panza, para informarle de una nueva partida junto a su amo. Le menciona la ínsula prometida y se prepara para el día esperado.
Tercera salida de don Quijote
El ama y la sobrina estaban nerviosas y no querían que don Quijote volviera a ser presa de sus locuras. Por ello, avisaron a Sansón Carrasco para que lo disuada. Sin embargo, muy por el contrario, el bachiller animó al caballero a emprender sus aventuras y se ofreció a ser su escudero.
A los tres días de aquella reunión, don Quijote y Sancho Panza inician la tercera salida.
Visita a Dulcinea del Toboso
Antes de iniciar sus aventuras, don Quijote decide ir a visitar a su amada para que le dé la bendición. Llegan al Toboso en la noche, ante el nerviosismo de Sancho, pues este nunca había visto a Dulcinea.
Al no encontrarla, Sancho le propone a su amo esperar, pues él se encargaría de hallar a la dama. En su camino, Sancho se cruza con tres labradoras y se le ocurre que, debido a la locura de don Quijote, puede hacerle creer que se tratan de Dulcinea y dos sirvientas.
Las labradoras se asustan al escuchar las alabanzas de don Quijote. Este culpa a los encantadores de que su amada Dulcinea no lo pueda reconocer y continúan su camino a Zaragoza.
Las Cortes de la Muerte
Más adelante, aparecen unos actores vestidos de forma terrorífica, pues pertenecían a una compañía de teatro que acababa de representar “Las cortes de la Muerte”. Uno de estos hombres golpea el suelo y hace que Rocinante tire a don Quijote. Luego, intenta robar el rucio de Sancho Panza. Cuando el caballero se disponía a luchar, su escudero lo disuade argumentando que no vale la pena.
La batalla contra el Caballero del Bosque
Ambos personajes pasan la noche en un bosque, mientras don Quijote escucha entre sueños los rumores de un hombre que se hace llamar “El Caballero del Bosque”. Finalmente, despierta al ver que este caballero desciende de su caballo y afirma que su amada, Casildea de Vandalia, no correspondía a su amor.
Don Quijote se acerca a este extraño hombre y empiezan a hablar de sus amores y aventuras. Mientras tanto, Sancho y el escudero del Caballero del Bosque también conversan.
El Caballero del Bosque llega a afirmar que había derrotado a muchísimos otros, incluido un tal don Quijote. Nuestro héroe se sorprendió, pues creía que se trataba de una broma, pero al ver que el caballero continuaba relatando la hazaña, lo retó a un duelo.
Ambos hombres ordenaron a sus escuderos preparar la batalla. Iniciada la batalla, los caballeros emprendieron la carrera uno contra otro. Sin embargo, el caballo del Caballero del Bosque se detuvo justo delante de Rocinante, lo que hizo que don Quijote pudiera derribarlo y alzarse victorioso sobre su rival.
Mientras el Caballero del Bosque yacía tendido en el suelo, don Quijote y Sancho descubrieron que se trataba de Sansón Carrasco y que su supuesto escudero no era más que Tomé Celial, vecino de Sancho.
Don Quijote ordena a Sansón Carrasco ir al Toboso a encomendarse a Dulcinea y admitir que había sido derrotado por el gran caballero don Quijote de la Mancha. Sansón Carrasco, a regañadientes, promete apalearlo como venganza.
La explicación es que Sansón había acordado con el cura y el barbero animar a que don Quijote saliera a buscar aventuras. Así, lo retaría a un duelo y, tras derrotarlo, lo obligaría a dejar la vida de caballero. Sin embargo, nada ocurrió como estaba previsto.
La aventura de los leones
Don Quijote, orgulloso y feliz por su victoria, continuó su camino hacia Zaragoza. En un punto del trayecto, se encuentra con un extraño carruaje conducido por un hombre, a quien le pregunta qué es lo que transporta.
Este afirma que dentro hay dos leones, a lo que don Quijote ordena que los libere, pues combatirá contra ellos. Temeroso, el leonero acepta, no sin antes apartarse lo suficiente.
Don Quijote observa al león, pero este lo ve y, al no encontrar nada interesante, vuelve a acostarse. Desde ese momento, don Quijote pidió a todos que lo llamen el Caballero de los Leones.
La boda de Camacho y Quiteria
Luego de un tiempo, Sancho y don Quijote se encontraron con dos estudiantes, quienes los invitaron a la boda de Camacho y la labradora Quiteria. Dijeron que todos estaban al pendiente porque iría Basilio, un joven enamorado de la muchacha. Ella también le correspondía. Sin embargo, debía casarse con Camacho por obligación del padre y porque Basilio no tenía bienes materiales ni reputación.
Llega el día de la boda y aparece Basilio, quien amenaza con suicidarse si Quiteria no puede casarse con él. En ese momento, muestra una espada y se la clava en el pecho.
El cura le da su bendición, pero Basilio dice que lo único que quiere es casarse con Quiteria in articulo mortis. Todos aceptan y se produce la boda. Entonces, Basilio se levanta diciendo que no está herido y todo fue una trampa. Aunque quisieron anular la boda, Quiteria dijo que esta era completamente válida.
Durante su estancia con los novios, don Quijote recomendó a Basilio dedicarse a negocios limpios y le dio consejos de honradez, pobreza y belleza de las mujeres. Luego, se despidió de los presentes.
La cueva de Montesinos
Don Quijote tomó la decisión de internarse en la cueva de Montesinos. Sancho, junto a un estudiante, atan fuertemente a don Quijote para que inicie el descenso. Cuando llegó a la entrada de la cueva, se introdujo en ella.
Luego de una hora, subieron a don Quijote, quien se había quedado dormido. Al regresar, el caballero contó grandes historias de lo que, supuestamente, había visto en la cueva de Montesinos.
Más adelante llegan a una venta, con la diferencia de que don Quijote ya no cree que está en un castillo, sino que ve la venta tal y como es.
Llegada de Maese Pedro
Mientras estaban en la venta, llega un titiritero que se hace llamar Maese Pedro. En realidad, este hombre era Ginés de Pasamonte, el galeote que don Quijote había liberado. Ahora se ganaba la vida como titiritero.
El encuentro con los duques
Don Quijote y Sancho Panza se encuentran con dos duques, los primeros personajes de la realeza en el libro. Ambos reconocieron a don Quijote gracias a las historias que Cide Hamete Benengeli había escrito sobre él y le ofrecieron ir a un verdadero castillo.
En esta aventura, los duques y sus criados se burlan continuamente de don Quijote. El duque hace a Sancho Panza gobernante de una ínsula llamada Barataria. Para sorpresa de todos, resultó ser un gobernante justo y sensato. Sin embargo, decidió dejar la ínsula porque no le dejaban comer lo que quería.
Entre las muchas bromas, hacen creer a don Quijote que Dulcinea está encantada y obligan a Sancho a azotarse para desencantarla. Finalmente, don Quijote y Sancho se despiden de los duques, no sin antes agradecerles por su hospitalidad, y continuaron su camino a Zaragoza.
Referencias a los libros de don Quijote
En su recorrido, don Quijote y Sancho se encuentran con diversos personajes que ya conocen de sus aventuras. Por ejemplo, se encuentran con un hombre llamado Antonio Moreno, quien sabe de sus historias y los invita a su casa.
En otra oportunidad, caballero y escudero llegan a una imprenta en la que ven cómo corrigen unos libros del Quijote de Avellaneda. Nuestro héroe critica su falta de originalidad.
La batalla contra el Caballero de la Blanca Luna
Un día, mientras don Quijote caminaba por la playa, se encuentra con un hombre que se hace llamar el Caballero de la Blanca Luna. Este dice que su dama es más bella que Dulcinea y reta a don Quijote a un duelo.
Nuestro héroe acepta y se produce el combate. El Caballero de la Blanca Luna resulta ganador y obliga a don Quijote a dejar la caballería. Don Quijote debe cumplir su promesa, pero reafirma que Dulcinea es la más bella de todas las doncellas.
Al poco tiempo, don Antonio descubre que el Caballero de la Blanca Luna es Sansón Carrasco, quien consiguió hacer que don Quijote volviera a su pueblo.
Regreso al pueblo y muerte de don Quijote
Luego de unos días, don Quijote y Sancho Panza estaban de regreso. Este volvió con su mujer y le contó cómo había sido gobernante de una ínsula, mientras que el Caballero de la Triste Figura decidió ser pastor, aunque poco después cayó enfermo de fiebre.
El médico aconsejó la confesión, pues no le quedaba mucho tiempo. Poco antes de morir, don Quijote recupera el juicio, maldice a los libros de caballería y deja la herencia a su sobrina. También le dice que no se case con ningún hombre que guste de leer este tipo de libros.
Luego de decir estas últimas palabras, Alonso Quijano fallece.
Análisis
La novela por excelencia en lengua española está más viva que nunca. Sus personajes son inmortales gracias a la genialidad de Miguel de Cervantes. Con Don Quijote, se fundaría la novela moderna y asistiríamos a un profundo cambio en el mundo de la literatura.
En tal sentido, algo que debes hacer inmediatamente es leer esta fabulosa novela. Su historia es tan actual que no parece haber sido escrita hace más de 500 años. Incluso los más pequeños disfrutarán con cada una de las aventuras y ocurrencias de sus personajes.
Frases
¡Celos, cuchillo de las más firmes esperanzas!
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles.
Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?