Los crímenes de la calle Morgue

Autor: Edgar Allan Poe

Fecha publicación: Abril de 1841

Género: Ficción detectivesca/ Policíaca / Terror

Los crímenes de la calle Morgue es un relato que pertenece a Narraciones extraordinarias. El autor es el maestro de la literatura de terror y suspenso, Edgar Allan Poe. Quédate con nosotros y sorpréndete con el increíble culpable de un espantoso crimen.

Resumen y sinopsis

La historia de Los crímenes de la calle Morgue envuelve un misterio con el que se reta al lector a resolver un enigmático e inexplicable asesinato. Así, tenemos la investigación en base al raciocinio. Es un relato que se dinamiza con las pistas.

Dupin se propone esclarecer un cruel crimen que la policía da como resuelto, a pesar de no convencerse con todas las pistas encontradas. Es en base a su talento analítico que descubre que el culpable no es una persona, es un orangután que se escapó, entró en una habitación y en un arranque de susto cometió el asesinato.

Resumen de Los crímenes de la calle Morgue

El relato de Poe, a diferencia de otros, no se basa en un criminal que busca redimirse o confesarse. El narrador es un testigo que acompaña al investigador en el caso. Además, el tópico del crimen se relaciona con otros de sus cuentos. Entonces, el siguiente resumen se basa en las acciones de la historia.

La noticia del crimen

El relato empieza cuando el narrador hace un análisis de las facultades que poseen las personas que son analíticas. Empieza una comparación entre el juego de damas y el ajedrez. El jugador de ajedrez pone en práctica la concentración y el cálculo. A su vez, el de damas necesita una gran estrategia puesto que posee un reducido número de movimientos.

Este último jugador debe tener, además, maneras de anticipar al adversario para poder manipularlo a su beneficio. Es por ello que la imaginación también es necesaria. La historia tiene como protagonista al amigo del narrador, Auguste Dupin a quien conoció por casualidad. Ese día del encuentro, tras quedar asombrado con su inteligencia, es invitado por Dupin a vivir con él.

Los amigos salen a pasear en el atardecer mientras observan la ciudad. En uno de esos días, una noticia les llama la atención. El diario relataba los sucesos de un crimen violento.

En la madrugada un grupo de vecinos de la calle Morgue llamó a la policía porque habían escuchado unos alaridos aterradores en la casa de Madame L’Espanaye y su hija, Camille. Los policías lograron ingresar en el lugar. Escucharon una discusión y cuando llegaron a la habitación encontraron que todo era un desastre.

Entre todo el alboroto descubren una navaja ensangrentada, mechones de cabellos y joyas. Luego, encuentran, horrorizados, que en la chimenea estaba el cuerpo de Camille. Ella había sido introducida a la fuerza. Siguen indagando y ven que la madre estaba decapitada en el patio de la casa. Los cuerpos están llenos de golpes.

Al día siguiente, leen en el periódico que las investigaciones concluyeron que madre e hija vivían sin tener muchas visitas. Así, uno de los últimos en verlas fue Adolphe Le Bon, un empleado del banco en donde la anciana tenía su capital. Ese día este fue a entregarles un dinero. Los testigos aseguraron que escucharon a un francés y la voz de un extranjero.

La investigación del crimen

La policía arresta al empleado. Entonces, Dupin decide investigar el asesinato puesto que le debía un favor. Llega al lugar del crimen y se pone a revisar. A la mañana siguiente, le dice a su amigo que ya descubrió quién es el culpable y el motivo por el cual la policía se ha equivocado.

A continuación, se propone contar cómo llegó al término del misterio. Para ello le entrega un arma ya que es posible que alguien llegue. Comenta que le llamó la atención que los testigos coincidieran en que una voz era de un francés y el otro de una nacionalidad no identificada. También se fijó en el mecanismo de resorte de la ventana.

Sostiene que el crimen no fue por intereses económicos. La violencia de los asesinatos, la fuerza que se necesitó para realizarlos, el mechón de pelo, entre otros, lo llevaron a sospechar que el asesino no es humano. Las marcas de los moretones en los cuerpos coincidían con la enorme mano de un orangután.

La voz francesa sería del dueño del animal, quien al contemplar los asesinatos huyó despavorido. Igualmente, un nudo marinero en el pararrayos le hace suponer que el dueño es un marinero. Consecuentemente, Dupin había publicado un anuncio en donde señalaba que había capturado a un orangután y pedía una recompensa.

El orangután

En ese momento, tocan a la puerta. Era un marinero francés que indaga por el animal. Dupin le muestra la pistola y le exige que le cuente toda la verdad sobre las muertes. El marinero admite que el animal es suyo. Lo tenía en su casa para poder venderlo. Una noche había escapado y como imitaba a su amo, tomó una navaja y simulaba que se afeitaba.

El marinero trató de atraparlo, pero no pudo capturarlo ya que se escapó por la ventana. Lo persiguió hasta la calle Morgue en donde el orangután se metió por una ventana. En la habitación, el animal agarró a la señora y simuló que la afeitaba. Los gritos asustaron al orangután, por eso le cortó la garganta. La hija se había desmayado y fue estrangulada.

Cuando el animal se dio cuenta que su dueño lo miraba, se desesperó y por eso metió el cuerpo de la hija a la chimenea y lanzó el cadáver de la madre al patio. Finalmente, tras la confesión, Dupin logra que su amigo sea liberado.

Análisis de Los crímenes de la calle Morgue

Es el primer relato de detectives. Tiene elementos que serán características de las novelas policiales. Es un relato analítico. Presenta a un detective que usa la habilidad de recopilar datos, analizarlos, combinarlos y contrastarlos. Es creativo y se pone en el lugar del asesino para poder calcular y armar una estrategia y puede observar a través de las apariencias.

Frases

“Los resultados obtenidos adquieren apariencia de intuición”.

“Entre el ingenio y la aptitud analítica hay diferencia”.

“No se ha obtenido el menor indicio que permita aclarar el misterio”.

“No quedó una sola pulgada sin ser registrada”.

“Si piensa semejante cosa es que no ha comprendido mis deducciones”.