Rebelión en la granja

Autor:  George Orwell

Fecha publicación: 1945

Género: Novela corta satírica / Ficción y Literatura

Rebelión en la granja es una fábula novelada que critica, a través de la personificación de los animales, los hechos ocurridos tras la Revolución Comunista, pero, sobre todo, su crítica va dirigida al estalinismo.

Esta obra llama la atención contra el totalitarismo, la opresión y el abuso de poder. A través de ella, Orwell señala que el poder en manos equivocadas solo sirve para manipular, engañar y dominar a los más débiles.

Resumen y sinopsis

Rebelión en la granja, la reconocida novela del escritor británico George Orwell fue publicada mientras transcurría la Segunda Guerra Mundial, el 17 de agosto de 1945. En esta fábula satirizada, el lector se encuentra ante la historia de un grupo de animales que deciden expulsar a todos los humanos de su mundo para terminar creando un sistema de gobierno que resulta realmente autoritario.

Es así como el autor de una de las mejores obras del siglo XX visibiliza la feroz dictadura a la que Stalin había sometido al pueblo. También alude a que el poder en manos equivocadas puede ser realmente dañino, al punto de que quienes lo ostentan solo lo utilizan para beneficios personales, sin importar que tales acciones perjudiquen la vida en sociedad.

A lo largo de la novela se siente la crítica hecha por Orwell. Para él, el humano es el único ser que consume y no produce, y se piensa amo de todos los animales. Evidentemente, el autor denuncia el sistema de gobierno instalado una vez Stalin sube al poder.

Rebelión en la granja, sin duda, es un mensaje en contra del totalitarismo y la opresión. También es un llamado de atención porque sostiene que todos, sin excepción, podemos ser corrompidos.

¿Quién fue George Orwell? 

Eric Arthur Blair, mejor conocido como George Orwell, nació el 25 de junio de 1903 en Motihari y falleció el 21 de enero de 1950 en Londres. Este escritor británico es considerado uno de los más importantes del siglo XX.

La obra de Orwell es considerada una auténtica defensa de la democracia y las libertades.

Resumen de Rebelión en la granja

Un grupo de animales en una granja, dispuestos a seguir el sueño del cerdo más viejo, deciden poner fin a los abusos del granjero y su familia. Un buen día, el hombre y su esposa son expulsados de la granja. Los animales se apoderan de esta y se convierten en sus únicos dueños. Ahora solo ellos gobiernan, pero este sistema de gobierno pronto se convierte en una tiranía.

Capítulo I

El narrador nos cuenta que, en un principio, el dueño de la Granja Solariega era un señor llamado Jones, un hombre adicto al alcohol. Un día, Jones trancó los gallineros, pero olvidó cerrar la trampilla y se fue a dormir. Mientras el granjero y su esposa dormían, los animales fueron convocados a una gran asamblea por un cerdo muy respetado, el viejo Mayor.

El cerdo Mayor aprovechó la reunión para conversar sobre los maltratos que el dueño de la granja, el señor Jones, les propinaba. El viejo cerdo les hace ver que las cosas no están bien e invita a todos los animales a rebelarse y tomar el control de la granja. Les recuerda que ya ha llegado el momento de ser libres y que tengan las mismas oportunidades. Las ideas del cerdo Mayor generaron una gran algarabía.

Al escuchar el alboroto, el señor Jones despertó, tomó su escopeta y disparó con el fin de espantar a los animales. Tres días después de la reunión y de haber cantado aquella vieja canción, “Bestias de Inglaterra”, tras sembrar en los animales ideas de revolución y libertad, el cerdo Mayor murió mientras dormía.

Capítulo II

Después de aquella noche nada fue igual. La reunión con el viejo cerdo hizo que las cosas cambiaran: los animales más inteligentes se mostraban inquietos y conversaban sobre lo que dijo el cerdo Mayor. Ahora, cada noche, después de que el señor Jones se iba a dormir, los cerdos, considerados los más inteligentes, sostenían encuentros secretos.

Nadie sabía si la rebelión de la que tanto habló el cerdo Mayor ocurriría, tampoco si ellos la presenciarían, pero, de cualquier modo, querían estar preparados.

Los cerdos, debido a su inteligencia, fueron los encargados de educar a los otros animales.  De tal tarea se encargaron Napoleón, Bola de Nieve y Chillón.

Napoleón era un cerdo de aspecto feroz y acostumbrado a salirse con la suya. Bola de Nieve, por su parte, era más alegre y vivaz, pero de temperamento algo débil. Chillón, de ojos vivaces, era el más conocido por los otros animales de la granja.

Durante sus reuniones secretas, los cerdos elaboraron, gracias a la información que les proporcionó el viejo cerdo Mayor, un sistema de pensamiento que denominaron “animalismo”. Este era discutido con los otros animales cuando el dueño de la granja dormía.

Sin embargo, no fue fácil convencer a los animales, pues en principio se mostraban un tanto apáticos y resistentes al cambio. Solo los caballos Boxeador y Trébol estaban dispuestos a seguir las enseñanzas de los cerdos y ayudaban a transmitirlas a otros animales.

Así fue como el día más esperado por todos llegó. La revolución de los animales ocurrió después de que el señor Jones, quien estaba dedicado a la bebida, descuidó la granja y todo lo que en ella había.

Los animales estaban hambrientos y una noche, mientras se celebraba la Fiesta de San Juan, entraron en el depósito en busca de comida. El señor Jones intentó devolverlos a sus lugares, pero los animales comenzaron a patearlo y este, asustado, junto a sus empleados, huyó de la granja.

La esposa del señor Jones veía todo desde su ventana. Sin más, tomó sus pertenencias y también abandonó la casa.

Los animales habían ganado. Tenían el control de la Granja Solariega. Esa noche cantaron la canción de la “Bestia de Inglaterra” con mucha más fuerza. Se había convertido en el himno de su victoria.

Los animales redactaron los siete mandamientos que guiarían al “animalismo”. Es decir, las leyes que todos los animales de la granja deberían cumplir.

  • Todo aquel que camine en dos patas es enemigo
  • Aquellos que caminen en cuatro patas o tenga alas son amigos
  • Los animales van sin ropa
  • Ningún animal dormirá en una cama
  • Ningún animal bebe alcohol
  • Ningún animal matará a otro animal
  • Todos los animales son iguales

Capítulo III

Los animales comenzaron a trabajar los cultivos. Pese a lo difícil que era, todos estaban contentos. En la granja bastaba con que todos se sintieran orgullosos de querer trabajar.

Eran dirigidos por los cerdos, que se encargaban de supervisar el trabajo de los otros animales. Ellos eran verdaderos líderes.

Los animales disfrutaban de los alimentos porque eran fruto de su trabajo. Además, trabajaban según sus capacidades, no había quejas, ninguno robaba, no peleaban.

Los domingos, los animales se levantaban más tarde e izaban la bandera que fabricó el cerdo Bola de Nieve. Esta era de color verde con un dibujo de pezuña y un cuerno. Era la bandera de la futura República de los Animales, esa que lograrían tener el día que se derrocara a los humanos.

Después de izar la bandera y cantar el himno, realizaban una reunión con el fin de exponer los asuntos que trabajarían durante la semana.

Un día, los animales se dieron cuenta de que los excedentes de las cosechas eran consumidos por los cerdos y esto generó muchos malestares entre todos. Los cerdos, por su parte, alegaron que ellos trabajaban con el cerebro y si ellos se enfermaban quién organizaría al sistema animalista. A partir de ese día todos estuvieron de acuerdo en que los excedentes y la leche se reservarán para los cerdos.

Capítulo IV

La noticia de lo sucedido en la Granja Solariega, ahora llamada Granja Animales, llegó a todas las comarcas.

Pronto todos los animales comenzaron a cantar la canción de la “Bestia de Inglaterra” y los humanos empezaron a preocuparse.

Tras ver lo que estaban haciendo los animales, los hombres decidieron tomar el control de la granja, pero pronto se dieron cuenta de que no podrían recuperarla. Ya los animales estaban listos para defenderla y seguros de que ganarían la contienda, tal y como sucedió.

Capítulo V

Llegamos al momento en el que dos animales, sin motivo aparente, deciden irse de la granja.

Un día llegó la noticia de que la yegua Marietta estaba en un carruaje que al parecer pertenecía al dueño de una taberna. Tenía el pelo recién cortado y se veía muy contenta. Fue lo último que se supo de Marietta.

Pese a lo de Marietta, la vida en la granja siguió. Napoleón y Bola de Nieve seguían luchando por mantener el orden en el lugar.

Más adelante, Bola de Nieve propone el proyecto del molino. Este traería mayores beneficios a los animales, pues con ayuda de la máquina el trabajo en la granja sería más llevadero. Sin embargo, Napoleón nunca estuvo de acuerdo con el proyecto y decidió amenazar a Bola de nieve con unos perros bravos. Finalmente, Bola de Nieve escapó, pero Napoleón robó la idea de su compañero y, más tarde, dio inicio a la peor de las dictaduras.

Capítulo VI

En este capítulo nos encontramos con que los cerdos se parecen cada vez más a los humanos. Duermen en camas, piensan solo en ellos y, por si fuera poco, manipulan los mandamientos para poder hacer lo que se les antoje.

Las reglas de la granja comienzan a cambiar, pero lo que más angustia es que estos cambios se hacen de forma no tan honrada.

Capítulo VII

Pronto el invierno, que ya venía atacando a los animales, empeora. Los animales tienen mucho frío y poco alimento.

Napoleón, por su lado, se vuelve cada vez más abusivo. Les prohíbe cantar el Himno Animal. Además, como ya no hay más comida, decide comenzar a vender huevos de gallina a los humanos. Llama a Bola de Nieve traidor y asegura que todo aquel que se convierta en traidor será juzgado: los perros lo matarán.

Capítulo VIII

Llegamos al momento en el que Napoleón comienza a transgredir sus propios mandamientos. Después de obtener una nueva victoria, el cerdo Napoleón bebe y bebe hasta más no poder. Él, acompañado de otros cerdos, se bebió todo el whisky del señor Jones.

Días después, Muriel la cabra se percató de que algo había cambiado en los mandamientos. El quinto mandamiento había cambiado: “Ningún animal beberá alcohol en exceso”.

Capítulo IX

Llega el momento en el que la Granja Animal es proclamada República. Hay que elegir un presidente y el único candidato es Napoleón. Ganó por unanimidad. Los animales solo aceptan.

Capítulo X

Ahora el cerdo Napoleón camina en dos patas. Los demás animales están sorprendidos. Una vez más Napoleón irrespetó sus propios mandamientos. De siete mandamientos, solo quedó uno: “Todos los animales son iguales, pero algunos son más que otros”.

Análisis de Rebelión en la granja

Cuando leas el quinto libro de George Orwell, Rebelión en la granja, te vas a dar cuenta de que estás ante una verdadera obra de arte. Para muchos lectores esta novela da las claves de lo que fue el régimen instaurado por Stalin en la Unión Soviética, tras la Revolución de 1917.

Es un libro que, de una manera simple, cuestiona a uno de los regímenes totalitarios más impactantes de la historia. Leer este corto, pero muy bien estructurado relato te hará reflexionar sobre la historia reciente. Así que no lo dudes más y embárcate en su lectura.

Frases

“Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír”.

“La guerra es la guerra, el único ser humano bueno es el que ha muerto”.

“Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y nuevamente del cerdo al hombre, pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro”.

“Las raciones fueron nuevamente reducidas para economizar petróleo. Pero los cerdos parecían estar bastante a gusto y, en realidad, aumentaban de peso”.